Con el tiempo, las sociedades evolucionadas se van volviendo morbosas. Más allá de los problemas de supervivencia que mantienen a los habitantes entretenidos en cuentas y posibilidades, los ciudadanos, desde la comodidad del mullido sofá, alzan la mirada y la posan sobre las vidas de los demás para evaluar los logros conseguidos y justificar miserias. Poco a poco, el acomodado no sólo hace un balance de su vida sino que va adoptando una actitud sádica que le incita a juzgar y condenar al otro, como bien se puede apreciar en todos esos Reality Shows en los que unos tiranos ignorantes fuerzan a los participantes a llegar a extremos inimaginables de degradación y pérdida de dignidad personal. Los espectadores del bochornoso espectáculo se van acostumbrando a presenciar barbaridades que pasan sutilmente al subconsciente al son del slogan "todo vale para ganar". Y así, en medio de las prácticas corruptas de unos dirigentes que nos restriegan en las narices unas vidas nada ejemplares, nos vamos dejando llevar mientras nuestras conciencias se van evaporando.
Últimamente no se habla de otra cosa que la terrible crisis en la que estamos inmersos. No sólo nos lanzan mensajes de austeridad, sino que además nos acusan de habernos gastado lo que no era nuestro; de vivir en casas demasiado elegantes para nosotros; de habernos creído que podíamos comer langostinos a todas horas. ¡Por supuesto que no! Eso se deja para los cuatro millonarios de turno y los tantos políticos que mueven nuestro dinero con tal maestría que siempre va a parar al lugar que a ellos les resulta más favorable. Nosotros sólo tenemos que subsistir y ¡eso sí, agradecidos!
Sin embargo, yo no estoy tranquila. Hay algo que me viene preocupando últimamente y para lo que no tengo respuesta. Son esos programas que proliferan como champiñones empeñados en mostrarnos la vida de los archimillonarios y las casas en las que viven. Nos enteramos asombrados que el caniche de la casa come solomillo todos los días y que la dueña tiene setecientos pares de zapatos de Manolo Blanik. La casita en cuestión tiene una superficie de 1500 metros construídos, dos piscinas, cancha de squash y veinte personas de servicio. Y yo me pregunto: ¿qué es lo que pretenden con este tipo de programas? ¿cuál es el verdadero objeto del deseo de ese despliegue? ¿Será que nos animan a que nos superemos a nosotros mismos para alcanzar el éxito dorado de los personajes televisivos? o ¿es que lo que quieren es convencernos de que no pertenecemos, de que por mucho que lo intentemos no merecemos gozar de las cosas que allí se muestran? A mí me suena que tiene que ver con el sadismo de programas como Operación Triunfo o Gran Hermano llevado al extremo. Porque si no ¿cómo se explica que nos embosten a jets privados, yates de lujo, fiestas millonarias, palacios de oro y rostros con las huellas de la más cara cirugía estética existente....? Seguro que hay por ahí un grupo de nuevos ricos, sin clase alguna, que nos quieren hacer morder el polvo mientros ellos se ríen dejando el diente de oro relucir bajo los focos.
Ellos han optado por ser sádicos y, con la poca libertad que nos va quedando, espero que nosotros no les sigamos la corriente y nos volvamos masoquistas... ¿Lo haremos?
22 comentarios:
Sinceramente, los programas esos de ricachones me ponen de mal humor y no me entra en la cabeza que pueda haber gente así de "considerada" con el resto de la humanidad. Abrazos
Lo último a perder; la dignidad. Y ante ella me quedo impávida cuando me doy cuenta hasta dónde es capaz de llegar el ser humano que no tiene en qué entretenerse. Busca las miserias humanas, fiel reflejo de las suyas propias, para reflejarlas cuál espejo en los demás. Lo mejor, la dignidad y la sencillez, aunque no estén de moda. Bonita reflexión que nos traes en este nuevo post. Gracias Alicia y un beso.
De esa serie de las casas de millonarios he visto la mitad de uno.
Y me he quedado tan contenta de tener una casa normal, que creo que ese programa se hace para decirnos: no envidies a estos pobres nuevos ricos, son incultos, horteras y vacíos.
A mí lo que me intriga es saber por qué les ha dado ahora por ponernos a los ricachones a todas horas...¡De verdad que pienso que algún oscuro objeto del deseo debe de haber! Un abrazo, Ligia
Tanci, ¿qué es eso de la dignidad? hoy en día lo más importante es salirse con la suya, ganar... y en ese mundo no hay dignidad posible. Además a los ciudadanos sin dignidad se les maneja con facilidad y se les empuja a cometer las mayores tropelías cuando lo exija el guión. Un abrazo
M Jesús, supongo que para tí el mensaje será ése, pero me temo que a la mayoría de los ciudadanos les fascinará contemplar el lujo de todos esos personajes y serán capaces de matar para llegar ahí. Un abrazo
Que no me apunten en la lista de los masoquistas. No he visto nunca uno de esos programas y, por lo que cuentas, son bochornosos.
Ves tú, sí que sería un poco sádica con todos los políticos que nos toman el pelo, nos echan las culpas de todo y siguen tan ricamente en sus poltronas y gastando a troche y moche el dinero de todos.
En fin... En estos tiempos no conozco a nadie que esté feliz y tranquilo. Nos tienen indignados.
Un abrazo fuerte, Alicia.
Isabel, espero que toda esa indignación sirva para que empecemos a entender que el poder está en manos de todos nosotros y que podemos, si actuamos unidos, despojar del mando a toda esa partida de 'mamones'. Un abrazo
Ay, Alicia, veo que vas a hacer ahora de detective, quizás influida por Agatha, jeje. A ver si descubres lo que hay detrás de estos programas. Yo he visto de pasada algunas imágenes, pero la verdad es que cada vez veo menos televisión.
Y la reflexión que haces en tu último comentario ya me parece utopía, qué quieres que te diga... Ellos son los que mandan, ellos tienen el poder y los otros ellos tienen el dinero, nosotros sólo tenemos los sueños, los deseos y las miserias.
Un abrazo
Conchi
Conchi, estoy llegando a la conclusión de que probablemente se trate de 'propaganda del capitalismo' pura y dura, ahora que éste está demostrando que no funciona en absoluto... espero que la utopía triunfe y consigamos salir de la situación horrorosa en la que nos encontramos. Sí, Agatha tenía ese humor fino de los ingleses. Un abrazo
Ni idea de esos programas. A mí me ha costado siempre mucho sentarme ante la tele. El otro día me hice una concesión nostálgica para ver Johnny Guitar. De resto veo algunas noticias y trozos de aquí y allá si estoy acompañando a mi madre.
Seguro, Alicia, que a ninguno de estos ricachones de dudoso gusto le han metido mano en los impuestos.
Un besito y sonrisas de madrugada.
en la MTV (quién te ha visto y quién te ve) proliferan mucho este tipo de programas, adolescentes de padres millonarios que compiten para ver quién organiza su mejor 16 cumpleaños, que nos muestran sus casas de impresión, jóvenes que compiten para... ser amigo de paris hilton!! da lastimica, sí
Hay muchas maneras de mostrar la riqueza de algunos. Mucha gente, no toda claro, los ve para distraerse, otra para ver como puede emularlos en escala por que ni gana ni ganará basandose en su trabajo esos millones. Los millones de unos es la pobreza de muchos y cada vez más y en todas partes. No existen milagros,y el cuento de que trabajando duro y empezando de "abajo" se logran esas mansiones y niveles de derroche, es mentira y el que lo dice lo sabe.Un beso.
Virgi, es mosqueante ver el número de programas de este tipo que va en aumento en todos los canales... Nos quieren epatar con los lujos de unos pocos, mientras nos meten la mano en el bolsillo a unos muchos...No sé si se trata de propaganda capitalista desenfrenada en estos tiempos en los que esa ideología está demostrando a las claras que no funciona... o si es simplemente un ejemplo más de sadismo infligido a una clase preparada para sufrir con resignado masoquismo. No sé... Besitos
Sí, Raúl, últimamente es como el bombardeo sobre Libia... ¡están por todos lados! Mi intriga es saber por qué... ¿quieren que nos superemos? ¿nos quieren aplastar del todo? ¿intentan hacernos ver las bondades de un sistema capitalista que tiene los días contados?... No sé, yo sólo me preguntaba... Un saludo y gracias por venir
Sí, Fiorella, es verdad que nos entretenemos viendo estos programas y que, además, contemplamos todo ese derroche desde lejos sabiendo que nunca lo vamos a alcanzar. Entonces ¿qué pretenden con ellos? ¿que nos hundamos en nuestra pequeña vida y desarrollemos la impotencia de no ser nadie?... porque, estarás de acuerdo conmigo, hoy en día el dinero lo consigue todo (hasta hace individuos más sanos y más guapos)... ¿o no? y mientras tanto nosotros, convertidos en meros espectadores, aprendemos que la riqueza es para unos cuantos que viven en otra dimensión. Un abrazo
Ya no me asusta nada, hemos conseguido ser tan permisivos que todo es normal.
Tenemos lo que nos merecemos y la culpa es de nosotros.
A la gente le da miedo dar su opinión real, por el que dirán.......
Si tienes una opinión diferente eres raro-a o estrecho-a o un dictador-ra
Esto es la sociedad actual y lo que nos queda por ver.
Nos veremos en el Náutico
Anónima, los tiempos que corren son extraños y soplan vientos de cambio. Espero que podamos comentar los acontecimientos venideros y que tengamos mejores noticias que ahora... Tal vez, un día de estos nos felicitemos por algún paso positivo que se produzca en el devenir de la sociedad. Además, después de hacer un poco de gimnasia las cosas siempre se ven de otra manera. Besos
Men sana in corpore sana.
Con la edad he aprendido que es una verdad, pasas menos frio y tus endorfinas las tienes mucho mas activas haciendo ejercicio, comiendo bien y disfrutando de los pequeños momentos que te da la vida.
Espero tener el mismo ánimo, con los cambios que se avecinan en nuestro país. Ojalá vengan brisas nuevas no ventoleras.
Alicia antes que me olvide, he leído varios apartados del otro blog familiar. Me encanta, es la pura realidad de algunas familias de nuestra época.
Como se parecen todas las familias, en las que eramos familias numerosas.
En lo que hay que recapacitar, es en que habían muchas diferencias entre las clases sociales. Gracias al avance ya no se nota tanto y ahora las diferencias son mínimas. Creo que nosotros fuimos unos privilegiados, viendo lo que se veía por los alrededores.
Por cierto, tengo nombre pero como soy algo antigua, no sabía como firmar, fue más comodo hacerlo anónimo.
Un beso
Anónima, no te preocupes que te tengo localizada,jaja... Sí, fuimos unas privilegiadas y creo que todavía lo seguimos siendo en cierta manera... Me encanta que me visites y que te guste lo que encuentras. Un abrazo and see you tomorrow!!
http://www.loquepasaentenerife.com/deportes/05-05-2011/histricosdelbaloncestofemeninotinerfeoiicbtenerifekrystal
Alicia este es un link que encontré en Internet. Creo que sales en una foto.
Nos vemos
Anónimo.
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